martes, 9 de agosto de 2011

Claves de éxito para manejar sus finanzas

Hay que empezar a hacer algo ahora, independientemente del panorama social, que siendo realistas, nosotros por sí solos no podemos cambiar de la noche a la mañana.

En primer lugar, la clave está en tomar conciencia de nuestra condición económica, del nivel de satisfacción que tenemos frente a ésta y de lo que queremos conseguir.

En segundo lugar, la clave está en trazar un plan de acción, planteando objetivos claros, específicos, asequibles y que se puedan demostrar con hechos puntuales.

En tercer lugar, la clave está en buscar y poner en marcha nuestros recursos internos para el alcance de los objetivos: pensamiento positivo, con una convicción plena de que se puede lograr, de que los frutos que cosechemos depende sólo de nosotros; actitud positiva, donde nuestras acciones y nuestra postura debe ser coherente con estos pensamientos positivos-saludables; dedicación: tendremos que invertir nuestro tiempo y esfuerzo (no tanto en cantidad sino más bien en calidad y eficiencia) buscando información, observando cómo estamos desarrollando nuestro trabajo; organización: una casa desarreglada habla mucho de quien vive en ella y da no sólo mala impresión sino que además puede -según el grado de desorden- dificultar el encontrar lo que estamos buscando, además de estar propensos a que las cosas se entremezclen con elementos que dañen, ensucien, etc. De forma análoga, si con el plan del aumento del dinero, no mantenemos un orden en el manejo de éste, terminaremos por confundir nuestros ingresos con los egresos, olvidaremos dónde quedaron, no sabremos realmente cómo se esfumó aquello que estábamos ahorrando; persistencia: no sólo basta con empezar y mantenerse por un tiempo determinado en el plan de acción, se requiere ser tan constante, que aún ante cualquier posible desmotivación por no ver resultados al instante, de todas formas, podamos perseverar con el mismo entusiasmo que en un principio, teniendo bien claro el norte a dónde apuntamos y la convicción de nuestro potencial en acción, lo que requiere además de autocontrol y disciplina.

En cuarto lugar, la clave está en ir evaluando resultados periódicamente para integrar algunos ajustes de mejoramiento según lo que vayamos experimentando, en esto se requiere adaptación al cambio, y creatividad.

En quinto lugar, la clave está en ahorrar, ahorrar y ahorrar. …No se trata de que no nos ocupemos de nuestras necesidades del momento por estar guardándolo todo en un ahorro, de lo que se trata es de disminuir gastos innecesarios y maximizar el nivel de esfuerzo por destinar mayor cantidad de dinero para mediano y/o largo plazo para lo que tengamos pensado conseguir y al mismo tiempo, para tener de reserva frente a cualquier eventualidad futura.

En últimas, la clave para aumentar el dinero está en aspectos como: generar ingresos; administrarlos adecuadamente con visión, planeación y orden (llevando registros, controles escritos) y ahorrar, sumándole a esto, todas las características de los pasos anteriores.

¿Cómo presentar un excelente trabajo escrito?

Se sabe que la comunicación es una función vital en la interacción de las personas, por lo cual resulta de gran relevancia comprender su manejo, para mejorarla cada vez más haciéndola más clara, directa y asertiva. Aunque existen muchas maneras de comunicar o expresar lo que necesitamos a los demás, es tal vez la comunicación escrita, la que por sus características, se espera que sea más precisa, requiere más trabajo para algunos y de cierta manera mayor esfuerzo mental al tener que pensar exactamente las palabras que se van a emplear, la puntuación, la redacción, etc. La comunicación escrita se emplea con mucha frecuencia en lo relacionado con la presentación de trabajos como por ejemplo, ensayos, resúmenes, investigaciones, artículos, etc. Aunque cada uno de éstos tienen unos requerimientos y formas muy particulares, existen varios tips que se pueden tener en cuenta para todos los trabajos escritos en general:

 ·  Escribe en un lenguaje accesible al nivel de conocimiento de tus lectores. Hay que tener en cuenta el contexto en el que va a ser dirigido: no es lo mismo presentar un trabajo escrito a los miembros de la junta directiva de la empresa en la que laboras, que presentarlo a los trabajadores de una hacienda rural que siembran la tierra y la cultivan, tal vez no tengan el mismo lenguaje, el conocimiento en esos mismos términos (tal vez), pero en cambio, pueden tener más claridad con respecto a otros términos en otros campos, en este caso en lo concerniente a la agricultura.
·  Se lo más coherente posible. No empieces dando una idea y terminando con otra muy distinta, sin que al menos haya un hilo conductor que a uno lo lleve finalmente a opinar lo opuesto. Las ideas que empieces deben verse reflejadas al final a modo de respuesta o conclusión, por lo tanto debe haber un planteamiento claro, alguna postura frente a un determinado tema, que le deje claro al lector la idea o las ideas principales.
 
·  Ve guiando al lector, en cada parte de tu escrito (generalmente las partes deben estar agrupadas por párrafos y para éstas “separaciones” se requiere que ya se empiece a hablar de algo distinto sobre aquel tema) así que al empezar cada párrafo puedes hacer uso de conectores como: De esta manera…, Para ejemplificar lo anterior…., Ahora, como recomendación…., Teniendo en cuenta otra situación…, para concluir….etc.). Dicha conclusión debe ser coherente con todo lo que se ha venido diciendo a través del escrito.
 
·  Por principio ético, debes poner la cita del autor donde haya un enunciado derivado de una postura o definición que la ha creado otra persona y que no es producto tuyo.
 
·  Contenido: Lo mejor es que sea llamativo, elocuente, persuasivo, que lleve al lector no sólo a comenzarlo a leer y terminar “a medio camino”, o a leerlo de forma salteada, sino que en realidad, no quiera perderse ni un solo aspecto, ya que se ha sentido involucrado o que ha captado su real interés. El contenido debe ser relevante para el título, hablar sobre lo que se dice que trata y ser importante para los fines propuestos: bien sea de carácter informativo, publicitario, explicativo, reflexivo, académico, etc., con objetivos como por ejemplo: sensibilizar, tomar conciencia, difundir, socializar, dar a conocer algo, interactuar, aprender, entre otros.
 
·  Cerciórate de que la ortografía junto con las normas gramaticales estén correctas y si tienes alguna duda, consúltalo en el diccionario o pregúntale a alguien que maneje bien este aspecto.
 
·  Redacción: Al terminarlo de escribir, lee tu escrito mínimo un par de veces y hazle los ajustes necesarios para que sea cada vez más entendible, con las palabras más precisas, con los conectores más adecuados, con un esquema ordenado y pertinente.
 
·   Presentación física: Como lo físico “entra por los ojos” y además habla mucho de quien lo escribió, debes cuidarte en hacerlo de la manera más adecuada y óptima: un trabajo impecable, totalmente pulcro, organizado, letra visible, espacios necesarios, portada de calidad, buen nivel de tinta en la impresión. Si el trabajo es a mano, se debe cumplir estas mismas características y hasta más, el esfuerzo por la presentación puede ser aún más delatador, pero debe manejarse lo escrito a pulso sólo para cuestiones más informales.
 
·  Cuando acabes tu escrito, pídale el favor a alguien diferente a la(s) personas para quienes va dirigido, que lo lea y que te dé sus apreciaciones o sugerencias y revisa de nuevo el trabajo.
 
·  Practica el hábito de la lectura. Entre más leas, más puedes aprender estilos, ampliar tu léxico y también, tus ideas, inspiración o creatividad pueden verse favorecidas. Emplea el hábito de leer al menos 2 libros al mes, que sean de tu agrado y que te ayuden a desarrollar tu propio potencial.
 

Finalmente: Quizás al principio mientras te entrenas en esto, puede tomarte mucho más tiempo y esfuerzo del esperado, pero ten paciencia, pues ya sabes que es algo que se va mejorando a través de la práctica, hasta volverlo una habilidad incorporada a tu repertorio de actitudes y te darás cuenta que valió la pena la inversión dicho esfuerzo.

lunes, 8 de agosto de 2011

Claves efectivas para mejorar las relaciones con nuestros hijos

1)      Tomar conciencia

Nuestro punto de partida para emprender el mejoramiento de nuestras relaciones con nuestros hijos debe ser el de reflexionar y darnos cuenta sobre cómo se ha venido dando dicha relación hasta el momento actual, qué se debe mejorar y qué se puede empezar a realizar ahora mismo para contribuir positivamente a esta relación.
2)      Poniéndonos en su lugar

Cuando se dice que no debemos hacerle a los demás lo que no nos gustaría para nosotros mismos, es lo que precisamente se logra a través de la capacidad de ponernos en el lugar del otro, es decir, de ser empáticos, lo cual implica en este caso, la comprensión de las necesidades de nuestros hijos, de sus sentimientos y dosis importantes de flexibilidad y tolerancia.
3)      Dando ejemplo

No es adecuado (además poco coherente) exigirles algo, de lo cual no le hemos enseñado a través de nuestro ejemplo. Por poner un caso, sería absurdo exigirle a un hijo que mantenga su habitación arreglada, cuando nosotros no tenemos el hábito de tender nuestra cama, cuando lo que ellos ven son papeles regados por toda parte, cuando nos escuchan decir que no sabemos en dónde dejamos tal cosa. Está demostrado que resulta mucho más efectivo lograr obtener los comportamientos esperados de nuestros hijos, dando buen ejemplo, que dando el más completo de los discursos y una cátedra de buenos modales o lo que se conoce coloquialmente como cantaleta.
4)      Manteniendo en balance entre Rigidez-flexibilidad

Definitivamente ningún extremo será saludable: padres rígidos Vs padres permisivos, padres sobreprotectores Vs padres despreocupados. Lo más adecuado por ende, será el equilibrio: balance entre cada aspecto, lo cual es un comportamiento asertivo. Está bien, por ejemplo, que en la casa tengamos ciertas normas que hayan que cumplirse, pero otra cosa es que nunca (llueve, truene o relampaguee) les permitamos a nuestros hijos que por alguna eventualidad, se excedan media hora de la acordada en llegar a la casa. Y a la inversa, por ejemplo, está bien que les demos la libertad de escoger los amigos con quienes se van a relacionar, pero otra cosa es que permitamos despreocupadamente que se dejen llevar con los ojos enceguecidos en absolutamente todo lo que sus amigos le dicen, o peor aún, que no nos demos ni por enterados.
5)      Manteniendo una comunicación efectiva

Es conveniente que se mantenga un diálogo frecuente, basado en una comunicación abierta, sincera y empática que permita la retroalimentación de pensamientos y sentimientos mutuos frente a la relación entre padres e hijos y frente a lo que les sucede en su entorno. Para ello, es necesario buscar un momento y sitio propicio de tranquilidad y disposición entre cada una de las partes, no juzgar, saber escuchar, ser honesto y mostrar calidez, hablar de forma específica sobre hechos puntuales y no de forma vaga, responsabilizarnos de nuestros sentimientos, ser respetuoso con las palabras empleadas y permitir que el otro se exprese con naturalidad. Si al finalizar la conversa hay cosas que quedan pendientes por seguir dialogando, fijar un nuevo momento para hacerlo, con varias opciones u alternativas.
6)      Brindando apoyo incondicional

De acuerdo con la etapa en la que se encuentren nuestros hijos y en coherencia con esto según las decisiones que ya podemos permitirles que tomen, debemos demostrarles nuestro apoyo independientemente de si creemos que la alternativa que han elegido no es la mejor (esto además, fomenta en ellos un mayor nivel de autonomía), apoyo no necesariamente es sinónimo de decir, ¡te apoyo, sigue así, estoy de acuerdo, te ayudo, eso es! Sino que más bien de decir, es mejor demostrar que estamos allí y darles nuestro punto de vista: ¡Aunque no estoy de acuerdo totalmente con tu decisión, te comprendo y puedes intentarlo a ver qué tal te resulta. Si ves que no estás a gusto puedes pensar en otra opción, de todas formas yo voy a estar allí para cuando me necesites!  El apoyo incondicional está unido al papel de orientación y guía y al mismo tiempo al profundo lazo de amor que nos une a ellos independientemente de las circunstancias y de sus acciones.
 7)      Dando orientación y guía.

Como ya se mencionó, se les orienta preferiblemente a través de nuestro ejemplo y al mismo tiempo les vamos mostrando posibles consecuencias de sus acciones, ayudándoles a prever resultados (aunque esto no en exceso, pues ellos algunas veces necesitarán experimentar situaciones que a pesar de no ser siempre positivas, pueden traerles muchas enseñanzas para sus vidas). Sin atarlos a nuestro modo de pensar, podemos llevarlos suavemente de la mano, sin aprisionarlos, mostrándoles el camino, cultivando los valores que nosotros mismos hemos desarrollado y dejándolos que así mismo ellos potencien su capacidad creativa, dejándoles ser lo que ellos son. Podemos enseñarles no sólo conocimientos sino también, y mejor aún, formas de aprender, formas de vivir, de experimentar, de ser cada vez mejores personas.
8)      Brindando afecto

El afecto, el cariño y el amor son sentimientos que nos caen muy bien a cualquier edad de nuestra vida. El afecto es necesario expresarlo, dejarlo salir de nuestro ser de la forma más espontánea posible. Nunca será demasiado, ni tampoco se agotará el amor hacia los hijos. Es verdad que hay muchas formas de demostrar el afecto y no todas las personas son muy expresivas, pero lo mejor es permitirnos dejarlo salir a flote cómo más cómodo nos resulte: Palabras de aliento, un abrazo profundo, un cálido beso, un detalle, un elogio sincero, consentir, jugar, crear, compartir, ponerse al nivel de la edad de ellos para disfrutar ese cariño sin atajos, en últimas, el afecto es como el azúcar que se le echa al jugo. Un jugo sin azúcar, es un jugo insípido y de acuerdo con la fruta puede resultar agrio o ácido. Una relación familiar sin afecto, carece de vitalidad, sensibilidad, dulzura y quizás traerá desmotivación, poca seguridad para desarrollar nuestro potencial, pues se sabe que la familia es la base de la sociedad y nuestros padres son nuestras figuras principales de representación, guía y modelo.
9)      Compartiendo tiempo

Compartir el tiempo es importante tanto en cantidad como en calidad. Es la manera de establecer contacto directo con nuestros hijos. Resulta poco probable que una relación crezca y se desarrolle a distancia o sólo a través del teléfono. Por lo tanto, es importante la presencia física y el tiempo invertido para compartir distintos momentos: tanto los buenos como los  no tan agradables, tanto los especiales como los corrientes o habituales. Los padres que todo el día están por fuera de la casa (ya sea por trabajo o por cualquier otro motivo) y esto se vuelve algo permanente, no se darán cuenta a qué horas crecieron sus hijos y algunos tal vez se lamentarán más adelante por no haber vivido de forma plena aquella experiencia de la paternidad, la cual es fuente de edificación y enriquecimiento para el ser humano.
10)   Actitud de amistad y complicidad

Esta actitud implica en muchas ocasiones salirnos de nuestro tradicional patrón de mando o de superioridad. Implica ponernos con nuestros hijos a la par, implica jugar y divertirnos con ellos, implica chismosear con ellos (en el buen sentido de la palabra), sin salirnos de nuestro rol de orientación, guía y modelo, podemos ser más que padres, sus grandes amigos, ser cómplices de sus experiencias, permitirles que se equivoquen, permitirles pensar distinto, ponernos en su lugar, realizar con ellos algunas sencillas pilatunas que nos saquen de la rutina y afloren nuestra creatividad. Darles la confianza y seguridad para que nos confiesen lo que ellos quieran, pues en lugar de recriminarles hay que ayudarlos y acompañarlos. Hay que velar por su bienestar, realizar hobbies juntos, salir de paseo con una actitud amistosa y de compañerismo.

 Finalmente la clave es  Amar con firmeza y ser firme con amor…la clave es una relación afectiva basada en el amor, la amistad y la guía hacia un crecimiento personal en todo su esplendor.

Tomar decisiones inteligentes

Tomar decisiones inteligentes implica el analizar cuál es la alternativa más adecuada para resolver un problema. Implica poner en una balanza nuestras emociones junto con la razón, implica tomar conciencia, ser autónomo, eficaz y asumir la responsabilidad de nuestros actos. Ten en cuenta los siguientes aspectos:


·     No es conveniente tomar ningún tipo de decisión en estado emocional alterado, sino cuando estamos tranquilos, por la mayor facilidad de que nuestras ideas sean equilibradas y más conscientes.

·     Es recomendable hacer una lluvia de ideas, para no elegir a la carrera la primera que se nos vino en mente, sino antes haber revisado diversidad de alternativas, analizando en cada una de éstas los pros y los contras. Se requiere utilizar un buen nivel de creatividad para imaginar muchas posibles opciones.

·     Es importante tener en cuenta que todo cambio, a raíz de una decisión conlleva a una reacción, tanto de uno mismo como en los demás. Es necesario considerar este aspecto con naturalidad para que no nos tome por sorpresa cualquier comportamiento percibido de nuestro núcleo familiar o con quienes más interactuamos. Por lo tanto, hay que saber manejar este tipo de situaciones con seguridad y firmeza, asumiendo que para mejorar a veces toca algo que arriesgar.

·     Tomar decisiones de forma autónoma, libre de presiones externas, pues  tenemos el derecho de elegir lo que será de mayor beneficio para nuestra vida. Hay que tomar decisiones para mejorar, teniendo en cuenta que éstas de ninguna manera atropellen los derechos de los demás.

·     Antes de tomar una decisión haz un breve examen, imaginado que ya estás vivenciando aquel nuevo cambio y qué tanto tu parte emocional te lo agradece.

·     Es importante potencializar la capacidad de adaptación al cambio, aprendizaje continuo, emprender todo riesgo de forma constructiva.
 
  En conclusión, una decisión inteligente es aquella que brota de nuestra propia voluntad acompañada de la conciencia plena de todo lo que implica, basados en un mejoramiento continuo, toda vez que esto no sea perjudicial ni para sí mismo ni para los demás. Nuestra fuente de guía debe ser siempre el balance de nuestra razón con nuestra emoción.

viernes, 5 de agosto de 2011

La Belleza física y la belleza espiritual

La Belleza física y la belleza espiritual se contagian mutuamente, y aunque en la realidad no todas las personas que son físicamente agraciadas, son simpáticas, o a la inversa, lo cierto es que la belleza espiritual es de donde se parte para generar no necesariamente hermosura física, pero si, apariencia atractiva –lo cual es diferente-. Apariencia en este sentido se refiere a un modo integral para mostrar lo que somos en sí mismos, a través de nuestra espontaneidad y receptividad en armonía con la expresión corporal.

Cuando una persona alimenta su mente con ideas que trascienden lo material; cuando está en búsqueda de relaciones recíprocas, sinceras y profundas; cuando se respeta a sí mismo y respeta a los demás; cuando busca el placer no sólo en cuestiones superficiales, sino en su vocación y realización personal; cuando vive el presente, ama  la naturaleza; cuando encuentra el valor de las pequeñas cosas; cuando le encuentra el lado positivo a cualquier dificultad y cuando su corazón en armonía con su mente trabajan unidos por vivir plenamente, puede decirse entonces que este tipo de persona, irradia todo tipo de belleza desde el interior hacia el exterior, y en coherencia, esto se refleja a sí mismo en su cuerpo: mirada serena, sonrisa amplia, movimientos armoniosos y naturales, caminar seguro, etc.

El comportamiento asertivo y seguro de sí mismo produce un empoderamiento radiante para tomar las riendas de la propia vida y esto atrae maravillosamente a quienes están a nuestro alrededor, lo que hará aumentar su gran inclinación por tener nuestra compañía.

De la misma manera, como la persona bella de forma integral, es segura de sí misma y se interesa por estar bien, de forma saludable, buscará comer de forma balanceada y nutritiva, lo cual, con el tiempo se verá reflejado por el cuidado de su piel, cabello, y cuerpo en general. Porque ser bello espiritualmente de ninguna manera excluye la belleza física, antes por el contrario, la sabe integrar a sí mismo. La mente abierta y optimista de este tipo de persona la llevará a vestirse generalmente de forma apropiada a la ocasión, formal o informal de acuerdo a sus propios gustos, pero de forma agradable, atractiva y con seguridad en los implementos que use.

Como es alguien que además, nutre su mente con ideas positivas y que realmente le sirven, se verá a sí misma una persona bella, lo creerá, lo sentirá en consecuencia y actuará en conformidad, buscando los medios y todo aquello que la haga enaltecer, en todo su esplendor, en donde belleza física y espiritual se integran y se contagian mutuamente de forma sinérgica, de forma, mágicamente atractiva.

Potenciar la creatividad

Todas las personas, exceptuando que tengamos algún problema grave en nuestro estado físico o mental, tenemos la capacidad de desarrollar la creatividad, pero debido a que hay quienes la ejercitan más que otros a lo largo de su vida, es por esta razón que algunos la desarrollan mucho más, enriqueciéndose de sus grandes beneficios.

La creatividad nos facilita la apertura a diferentes puntos de vista; flexibiliza nuestra mente; facilita el ajuste integral a los cambios; nutre nuestra inteligencia; nos hace emprender más fácil nuestras metas con caminos novedosos para sobresalir en el medio, por tanto nos hace competitivos y nos hace ser más recursivos y proactivos.

Para potenciar más la creatividad es importante conectar con nuestra parte instintiva y emocional; diferente a lo que muchos piensan, la inteligencia no se basa sólo en el cúmulo de conocimientos con que la persona pueda responder a una situación, ni al mayor raciocinio , memoria y cálculo mental utilizado, sino que existe otro tipo de características que la integran como lo es la capacidad de juicio moral, la comprensión y resolución de situaciones, la fluidez en las ideas, entre otras, y se fortalece a través de la parte experiencial, de apoyo escolar y social, de factores culturales, de contexto, entre otros. En últimas, para que la inteligencia se potencie al máximo debe incluir también los aspectos de tipo creativo, lo artístico, lo actitudinal y lo comportamental empleando de la mano, la inteligencia emocional. De esta manera, para potencializar la creatividad es importante:

·         Trabajar más el contacto con la parte emocional, con lo intuitivo, con las sensaciones, para que de esta manera se aflore la imaginación de forma más natural y fluida.

·         Aplicar la creatividad en cuestiones básicas del día a día, para  que se vaya integrando cada vez más a nuestra personalidad. En esto, podemos valernos de lluvia de ideas, para ver opciones de resolución de dificultades, nuevas formas de realizar algún trabajo o tarea por el simple hecho del placer de experimentar, o encontrar nuevos métodos para realizar las funciones caseras, inventar una receta (no necesitar leerla, sino que ha salido de nuestra imaginación), etc.

·         Realizar con frecuencia alguna actividad artística, que sea de nuestra preferencia.

·         Realizar ejercicios de visualización, creando imágenes relajantes y positivas, aquellas imágenes que nosotros queramos y decidamos ver en nuestra mente, que nos haga sentir aquello como una realidad. Soñar, soñar despierto, imaginar los anhelos realizándose, esto despierta la chispa del impulso necesario para luchar por alcanzarlos.

·         Hacernos diariamente preguntas dinamizantes: positivas y que generalmente empiezan por “Cómo….”, no por ejemplo, ¿por qué me tuvo que pasar esta mala experiencia?, sino ¿cómo voy a desarrollar más mi habilidad de…? ¿cómo voy a manejar esta situación para mi bienestar? que nos lleven a sentir curiosidad de investigar, conocer, abordar nuevo tipo de conocimiento y experiencias. (sólo aquí si puede ser importante el ¿por qué?, ejemplo: ¿por qué es recomendable comer aquello que me recetó el médico?

·         Ser abierto al cambio, buscar realizar nuevas actividades, conocer nuevos sitios de interés, conocer nueva gente, participar de actividades que nos haga salir de la rutina, etc.

La creatividad es una poderosa herramienta de éxito, que basta con dejarla aflorar desde nuestro interior, alimentarla día tras día, de la forma más natural posible, y esto a través de una mente dispuesta, abierta engendrando a un corazón sabio, despierto a sentir la vida y fluyendo como las olas de un mar, que vienen y van.