lunes, 3 de octubre de 2011

La calidad humana para afrontar el mundo de hoy

El mundo de hoy exige estar cada vez más a la vanguardia con las últimas tendencias que parecen prometer el aseguramiento de una mejor calidad de vida. No obstante, en el marcado aceleramiento e impulso mecanizado en que desbordan muchas personas, y grupos en la intención de competir por encontrar mejores opciones y oportunidades, se corre el riesgo de relegar o desaprender lo más valioso con que estamos dotados los seres humanos: la calidad humana.
Cuando comprendemos que lo material en todo el sentido de la palabra, por supuesto nos sirve, sin que por ello represente la principal o única herramienta para conducir el camino hayamos elegido emprender, podremos fácilmente apreciar las bondades y maravillas de nuestro potencial humano en donde se encuentra integrado nuestro cúmulo de sentimientos, valores, experiencias, y aprendizajes que hemos sembrado a lo largo de la vida.
Es así como el ser humano en busca de estados de felicidad, requiere primero ver su interior, tomar conciencia, y aprender a tomar decisiones saludables y responsables, en donde establezca una balanza entre la emocionalidad y racionalidad. Todo esto se pude aplicar no sólo a la vida personal, sino también a lo laboral, a lo social y hasta lo trascendental, Inspirándose en la vida y cultivando la sabiduría.

¡Apostémosle día tras día al amor, a la familia y al progreso..........!

sábado, 1 de octubre de 2011

La salud integral

  • Toma conciencia
Elije algún momento del día y dedica diez minutos a respirar profundamente mientras tomas conciencia de los estímulos que estás recibiendo a través de cada uno de sus cinco sentidos: ¿Qué escuchas?, ¿qué hueles?, ¿qué sientes?, ¿a qué sabe?, ¿qué ves? Intenta captar los estímulos más lejanos o no tan perceptibles. De igual forma, al finalizar la jornada pregúntate: ¿cómo fue mi día hoy?, ¿qué me produjo alegría?, ¿qué me dio rabia?, ¿qué actitud tuve?, ¿fue un día corriente? ó ¿yo mismo(a) he dejado que sea corriente?, ¿lo que hice hoy lo realicé con gusto y contribuye de alguna manera al alcance de mis metas?

Mientras realizas estas preguntas, toma conciencia de la forma en que generalmente piensas (ejemplo: hay quienes tienden a minimizar sensaciones, otros a maximizarlas, hay quienes tienden a pensar por lo regular de modo negativo y otros casi siempre se inclinan hacia pensamientos más positivos; revisa tus propias constantes. Al mismo tiempo, escucha no sólo la voz de tu mente, sino también la de tu organismo. ¿De qué manera te habla tu cuerpo frente a estas palabras? Ten en cuenta que el organismo presenta su propio lenguaje: sensaciones viscerales, imágenes, sonidos, pero sobre todo predominan las primeras: ¿sientes presión en el pecho, te palpita rápido el corazón, sientes deseos de terminar rápido el ejercicio? y/o ¿quieres hacerlo sólo por ver qué pasa? o por el contrario, ¿sientes que te es fácil fijar tu atención frente a lo que sucede en tu interior y cuando te percatas a ti mismo sientes naturalidad, tranquilidad y tu organismo sigue respirando de la misma manera, o hasta incluso mejor?

Luego, al cabo de unos minutos de estar realmente concentrado y sin esforzarte por mantener observando lo que sucede en tu interior, saluda a cada uno de tus órganos y dale las gracias por la función tan ardua, compleja y vital que está realizando para contribuir a tu existencia, por todo el servicio que te ha prestado las 24 horas durante todos los años de tu vida. Toma conciencia de cómo ha sido tu trato hacia ellos y si en retribución, les has dado el cuidado necesario, si los has nutrido con alimentos balanceados, adecuados, suficientes, de calidad y requeridos para el funcionamiento corporal.
  • Actúa
Una vez hayas tomado conciencia del estado de salud integral en el que te encuentras y de tu actitud y comportamiento frente a éste, se hace necesario empezar desde ahora mismo a tomar las medidas pertinentes que contribuyan bien sea de manera preventiva o correctiva a optimizar dicho estado de salud, y por ende a la plenitud, energía y vitalidad que trae consigo, condición indispensable para ir por el camino que conduce al éxito. Los siguientes enunciados son unos cuantos “tips” al respecto. Tú puedes agregar cuántos más se te ocurran de forma concienzuda y puedes ajustarlos e incorporarlos de forma gradual y pertinente, pero sobretodo, con perseverancia, a tu estilo de vida actual hasta convertirlos en hábitos permanentes:

Mejora tus hábitos alimenticios, consumiendo de forma balanceada los nutrientes que tu organismo necesita. (Proteínas, hierro, minerales, etc.)
Asiste periódicamente al médico, (mínimo 1 vez al año) a realizarte chequeos preventivos y no esperar a estar enfermo para hacerlo.
Realiza algún deporte o actividad física: caminatas, aeróbicos, aerorumba; futbol, natación, etc.
Conoce y disfruta del arte. Enfócate en uno(os) en particular, de acuerdo a tus inclinaciones, bien sea para practicarlo o al menos para apreciarlo asistiendo a actos culturales, exposiciones artísticas, leyendo sobre el tema, etc.
Instaura el hábito de leer periódicamente mínimo 1 libro cada 2 meses de autoayuda o superación personal. Generalmente a través de la portada, de la tabla de contenido o de la introducción podremos hacernos una idea sobre qué trata la obra, y si realmente nos atrae dicha temática, además podremos estimar si de alguna manera el estilo y forma en que está escrita nos motiva a leerla de forma tal que la podamos digerir fácil y nos resulte de gran utilidad.
Aprovecha al máximo y de forma constructiva el uso de las herramientas tecnológicas. Por ejemplo, a través de internet puedes encontrar una cantidad innumerable de temas, artículos, información, herramientas de emprendimiento para comenzar tu propio negocio, etc. En gran medida puede decirse que el internet (usándolo adecuadamente) logra abrir muchas puertas y nos conecta con sitios de cualquier parte del mundo, podemos si nos lo permitimos, ampliar nuestra mirada, nuestro bagaje de conocimientos y herramientas de acción.
Relaciónate con los demás: cultiva relaciones profundas y estables, aquellas que sólo se pueden mantener a través de la reciprocidad, del saber dar y recibir, a través del respeto y del aprecio sincero, a través de la compañía, del apoyo y la incondicionalidad. No sólo tiene más amigos el que es más sociable, ni mucho menos implica que esta persona necesariamente sepa manejar adecuadamente sus relaciones interpersonales, sino que aquí se hace referencia a las relaciones sociales de quien ha cultivado permanentemente la inteligencia emocional, quien presenta una postura de madurez, apertura y empatía para crecer personalmente y aportar en el crecimiento de su amigo(a).
Mantén en contacto con la naturaleza: contempla, admira y agradece las bondades del universo. ¡Cuán grandioso, infinito, maravilloso y perfecto es! Deléitate con la belleza majestosa que reposa en cada espacio de la naturaleza: las flores, las aves, el sol en pleno fulgor o la luna en pleno destello nocturno, el cielo despejado, las nubes con sus distintas figuras o el cielo estrellado, las olas de un mar o la frescura de un riachuelo, el silencio o el canto de las cigarras, de los pájaros, la calidez y la hoguera de un día brillante o la brisa y el viento que estremece tu cuerpo, un arcoíris, el firmamento, el horizonte, las montañas, el trabajo en equipo y disciplinado de las hormigas, el cuidado instintivo de los animales protegiendo sus crías. Cuida cada parte de la naturaleza y entra en contacto con ella, a profundidad, no sólo físicamente sino también emocionalmente.
Vive espiritualmente: Este aspecto no debe confundirse con religiosidad, pues “no necesariamente” es más espiritual el que asiste constantemente a la iglesia, el que más reza, ni el que más se da golpes de pecho. La espiritualidad en realidad, tiene una perspectiva mucho más amplia y parte de un corazón sensible a los estímulos, consciente y que cultiva la sabiduría. Es espiritual quien cuida de sí mismo y contribuye a cuidar su entorno, el que sabe que hay un resultado o consecuencia sobre el universo a partir de cualquiera de sus acciones por más mínimas que sean (aquí aplicando las leyes de la física cuántica), porque todo tiene un efecto sobre lo demás, dado que somos energía, la cual no se destruye sino que se transforma, las ondas de esta energía influye en las demás y los efectos de las acciones también. Es espiritual quien trasciende lo material, y aunque busca las alternativas para conseguir recursos económicos, sabe que no es lo único y busca el placer que se encuentra a través de recursos menos efímeros: el amor, la fe en algo supremo que todo lo puede, busca alimentar su mente, su alma, busca fortalecer su espíritu y crecer cada día más como ser humano. Es espiritual quien contribuye asimismo al bien ajeno, el que brinda lo mejor de sí y se puede desprender de las cosas (en lugar de dar de lo que le sobra). Generalmente las personas espirituales mantienen hábitos saludables como: alternar momentos de soledad y esparcimiento (para entrar en más contacto consigo mismo y expandir la conciencia, realizar oración (diferente a rezar) para dialogar con la fuerza suprema, con la inteligencia divina; cuida de su cuerpo, se alimenta de forma nutritiva, cuida la naturaleza, realiza actividades de apoyo social que le aporten a la comunidad, presenta un alto poder personal y de responsabilidad para conducir el camino, toma las riendas de la vida, supera lo vano, tiene una mirada holística (integral) sobre su entorno, presenta alto nivel de inteligencia emocional, aprende de las vivencias, está en constante crecimiento, potencializa sus fortalezas, desarrolla nuevas destrezas, cultiva sus aptitudes, se inspira por el arte, busca trabajar para obtener recursos, pero sin esclavizarse, es emprendedor de proyectos que le provea resultados, que aporte de forma integral a su vida ...etc., etc.

¿Te parece difícil asumir todas estas actitudes y comportamientos? ¿serán demasiados?, tal vez si, para unos, o tal vez, apenas lo necesario, para otros, quienes en lugar de ver estas acciones de forma aislada, las integran y las entrelazan unas con otras, pues generalmente un hábito realizado a plenitud conlleva a otro de forma natural y así sucesivamente. De esta manera, se insiste: no trates de esforzarte en conseguir todo esto al mismo tiempo, tómate tu tiempo, se paciente contigo mismo, basta con que empieces sólo con ampliar tu nivel de conciencia, de darte cuenta de lo que sucede dentro de ti, de explorar nuevas cosas, deja volar tu imaginación y lo demás vendrá por añadidura, ejercítate en esto último y no te sorprendas si al cabo de un tiempo empezarás a pensar y en consecuencia a sentir de forma más constructiva, placentera y sana para tu vida.
  • Experimenta resultados
Al dar un adecuado cuidado tanto a nuestro estado físico, como a nuestro estado mental y emocional, de forma paralela, equitativa y permanente, estamos estimulando la activación de una vida más placentera, dado que luego de haber tomado conciencia y haberse puesto en marcha con acciones saludables, lo único que se puede obtener en coherencia es todo un repertorio de consecuencias positivas para vivir la vida de una forma más edificante, encontrando mayor grado de satisfacción, para no perder el norte y tener bien claro un sentido de vida, el poder tener en cada momento bien definido lo que somos y para dónde vamos; cumplir nuestra misión de vida, lograr la realización personal. De ningún modo se trata de que seamos utópicos e imaginemos que todo será “color de rosa”, y que estamos exentos o vacunados de cualquier clase de problemas, ¡no!, de lo que se trata, es que éstos “problemas” de vez en cuando podrán hacer presencia en nuestra vida, pero estaremos mejor dotados para afrontarlos de forma inteligente, con toda la fortaleza física y mental, para resolverlos y continuar sintiendo las mismas ganas de vivir, o hasta más, porque nos sentiremos con mayor dominio del manejo de las situaciones.

Un mensaje para concluir:

Teniendo en cuenta la perspectiva integral, nuestro estado de salud dependerá desde la forma como hayamos nutrido nuestro organismo hasta la puesta en práctica de hábitos que contribuyan al fortalecimiento de nuestro interior, que nos hagan crecer como personas. Empezar ahora mismo, a cuidar más nuestro organismo, a ejercitar la toma de conciencia y la exploración de nuevos aprendizajes es un buen punto de partida para que lo demás se vaya logrando de forma natural y en coherencia con esto mismo; se constante en ello y verás todo lo humanamente posible que logras alcanzar. Recuerda siempre en mantener en alianza y armonía la relación que se da entre la salud física y la emocional, quienes caminan de la mano mientras tú las vas guiando por el sendero que has decidido atravesar.